viernes, 28 de diciembre de 2018

Frases de "Trilogía de la Fundación" de Isaac Asimov (III Parte - Segunda Fundación)



En Segunda Fundación (última novela de la Trilogía de la Fundación), El Mulo ya ha derrotado a la Fundación; y su imperio, bautizado como Unión de Mundos, amenaza con conquistar toda la Galaxia. La Unión ocupa una décima parte del total de los planetas habitados, y su poder crece vertiginosamente. Aunque posee la fuerza militar y tecnológica de esos planetas (entre ellos Términus, capital de la Fundación), el Mulo no necesita ese poder; posee una fuerza mayor: el poder de la conversión. A través de la conversión, el Mulo transforma la voluntad, los sentimientos y el pensamiento de sus enemigos para volverlos sus más leales servidores. Solo hay una fuerza que podría enfrentarse al Primer Ciudadano de la Unión de Mundos: la Segunda Fundación. Pero, ¿dónde está? El Mulo necesita saberlo para derrotarla y poder dar fin a su etapa de conquistas y gobernar sin ningún estorbo. Aquí empieza la historia de la Segunda Fundación.

Segunda Fundación se divide en dos partes: La Búsqueda del Mulo y La Búsqueda de la Fundación. Las dos partes fueron publicadas originalmente como novelas cortas entre los años de 1948 y 1950 (unos tres años más tarde de que las dos partes de Fundación e Imperio fueran publicadas por primera vez).




La Búsqueda del Mulo

Han Pritcher, ex capitán de la Oposición Democrática (fuerza política de oposición en Términus en los días de la Fundación), luchó contra el Mulo cuando los oficialistas se "entregaron". Pero el Mulo también convirtió a la oposición, y ahora él es el converso más útil en la Unión. El Primer Ciudadano sabe que sin la conversión, lo único que puede inspirar es repugnancia, miedo o lástima, pero jamás respeto. No descansará hasta que toda la Galaxia se rinda a él, pero para eso necesita vencer a la Segunda Fundación primero, y ya tiene un plan. Pritcher es llamado a audiencia con el Mulo, al igual que Bail Channis, un joven no converso muy astuto, quizá peligrosamente astuto para el líder de la Unión. Ambos, Pritcher y Channis, tienen una misión: encontrar a la Segunda Fundación, quienes también se preparan para la llegada del Mulo. Los segundos fundadores reconocen que en el Mulo tienen un enemigo único: fue capaz de derrotar a la poderosa Fundación, podría ser capaz de seguir interrumpiendo el curso del Plan Seldon indefinidamente, y es capaz de luchar con el poder que solo ellos creían dominar: el mental.




La Búsqueda de la Fundación

Luego de su encuentro con los segundos fundadores, el Primer Ciudadano gobernó solo cinco años más (spoiler necesario), la Fundación se independizó y volvieron a ser los responsables de velar por el cumplimento del Plan Seldon. Al menos eso creían ellos, pero la participación determinante de la Segunda Fundación en la derrota del Mulo les ha hecho confirmar que ellos son tan solo piezas de ajedrez donde una mano invisible manipula sus movimientos; los segundos fundadores son los verdaderos guardianes del Plan, y la Fundación debe encontrarlos si realmente desean ser más que marionetas. Arkady o Arcadia Darell, nieta de Toran y Bayta Darell (quienes descubren al Mulo en Fundación e Imperio), es una de las mujeres más emblemáticas de toda la saga de la Fundación (no solo de la Trilogía). Ella, junto a su padre, Toran Darell II, doctor en electroneurología, son quienes lideran la lucha contra la Segunda Fundación. El doctor Darell lucha desde Términus al desarrollar un dispositivo que le sirve de escudo y arma contra los poderes mentales de los segundos fundadores; su objetivo es que la Fundación sea completamente libre e independiente por primera vez. Arkady hace su parte al arreglárselas para viajar a Kalgan, antigua capital de la Unión de Mundos, y así descubrir la ubicación de la Segunda Fundación.

A continuación, las mejores frases o conversaciones que más me atraparon de Segunda Fundación:

¡Todas las estrellas! Todas las estrellas que podía ver y todas las que se escapaban a su vista. ¡Todas tenían que ser suyas! Se vengaría de todos. De una humanidad a la que no pertenecía. De una Galaxia en la que no encajaba.


El Mulo no necesitaba protección. El Mulo era su propio protector, el mejor y todopoderoso.


En la penumbra del atardecer iban apareciendo las estrellas, y no había ninguna de las que veía que no estuviese bajo su poder. Sonrió con pasajera amargura al pensarlo. Debían acatamiento a una persona que muy pocos habían visto.


—Está bien —fue la indiferente respuesta—. No me opongo a que aterricemos. Lo peor que puede pasar es que perdamos el tiempo.
—¡Oh, no! Lo peor sería una derrota completa, si en efecto es la Segunda Fundación. Recuerde que se trataría de un mundo habitado por quién sabe cuántos Mulos.


Nubes alargadas flotaban entre el débil fulgor de las estrellas. El espacio parecía activamente hostil. Era frío y terrible en sus mejores momentos, pero en aquellos instantes contenía a un extraño ser, el Mulo, y aquel contenido parecía oscurecerlo con su maligna amenaza.


Con fría determinación, gritó a las silenciosas cavernas de su mente: «La Segunda Fundación ha de ser descubierta y destruida.» La emoción que acompañó a aquel grito fue un odio convencido. Ni siquiera hubo el más leve matiz de duda. Cuando pensó en sustituir la frase «Segunda Fundación» por la palabra «Mulo», la sola emoción casi le ahogó y su lengua quedó paralizada.


Sólo una mentira que no estuviera avergonzada de sí misma podía tener éxito.


Existía el profundo temor del hombre hacia el hombre, la salvaje rapacidad del hombre hacia el hombre.


El hombre más irreversiblemente estúpido es aquel que ignora su sabiduría. Que usted supiera que estaba cualificado forma parte de esta misma cualificación.


Es notable lo frágil que resulta ser el romanticismo. Una pistola en la mano de un hombre nervioso puede estropearlo todo.


Nadie debería hablar antes del desayuno. No se está en buenas condiciones con el estómago vacío.


Le he dicho a menudo, señor, que usted no es el Mulo. Puede controlar naves y cañones, pero no puede controlar las mentes de sus súbditos. ¿Es usted consciente, señor, de la identidad de su enemigo? Se trata de la Fundación, que nunca sufre derrotas, la Fundación, que está protegida por el Plan Seldon, la Fundación, que está destinada a formar un nuevo Imperio.


Verán, da la casualidad de que yo sé dónde está la Segunda Fundación.


—Es obvio. —La mirada de Anthor era intensa—. La Segunda Fundación está en Kalgan. Turbor interrumpió.
—Yo he estado en Kalgan, Anthor; la semana pasada. Si allí está la Segunda Fundación, yo estoy loco. Personalmente, creo que quien está loco es usted.


—Es fácil —gruñó Darell—. Verá, da la casualidad que yo sé dónde está realmente la Segunda Fundación.


¡Por la Galaxia! ¿Cuándo puede saber un hombre que no es un títere? ¿Cómo puede saber un hombre que no es un títere?

En los siguientes enlaces encontrarán los tres libros en formato PDF para que los puedan descargar y leer. Y si aún no leen la entrada con la reseña y las frases de las primeras dos novelas, también está el enlace.


Y recuerden que si desean todos los libros descritos en la primera entrada de la trilogía, pueden escribirme a abiel.arias@gmail.com. ¡Felices lecturas!

viernes, 30 de noviembre de 2018

Frases de "Trilogía de la Fundación" de Isaac Asimov (II Parte - Fundación e Imperio)



La segunda novela de la Trilogía de la Fundación, Fundación e Imperio, fue publicada por primera vez como dos relatos individuales (novela corta) en 1945, unos pocos años después de que las últimas cuatro partes de Fundación (primera novela de la trilogía) fueran publicadas originalmente. La primera parte de Fundación, Los Psicohistoriadores, se añadió en 1951 cuando Fundación fue publicada como una sola novela dividida en cinco partes cronológicamente ordenadas. Un año después, en 1952, Fundación e Imperio fue publicada como una sola novela; así, Asimov le daba continuidad a la historia que narraba el desarrollo del Plan Seldon. Las dos partes en las que se divide Fundación e Imperio son: El General y El Mulo.

El General

Dos siglos después de haber sido establecida, la Fundación (la primera del Plan), ya se ha adueñado de los cuatro reinos que se habían independizado del dominio de lo que aún quedaba del Imperio: Anacreonte, Smyrno, Loris y Daribow. A pesar de que la Fundación controla una parte considerable de la Galaxia, los restos del Imperio aún representan la mayor fuerza: poseen tres cuartas partes de la población y de las riquezas. El Imperio, consciente del creciente poderío de la Fundación (y de la inminente caída del Imperio), declara la guerra contra la Fundación; Bel Riose, general del Imperio y gran estratega militar, encabeza el ataque contra la Fundación. El enfrentamiento entre el poder creciente, y respaldado por el Plan Seldon, de la Fundación y la fuerza milenaria de lo que alguna vez fue el gran Imperio Galáctico, de eso trata El General.




El Mulo

Una vez terminada la batalla contra el Imperio, la Fundación se enfrenta a un enemigo capaz de hacer dudar de la efectividad del Plan Seldon: El Mulo. La psicohistoria, la base científica del Plan, solo puede trabajar con masas humanas lo suficientemente grandes como para ser introducidas a las ecuaciones Seldon. El Mulo, un mutante con poderes mentales que le permiten controlar la voluntad, los sentimientos y las emociones de las personas, representa un factor fuera de los grandiosos cálculos de Seldon cuando estableció el Plan. El objetivo del Mulo: apoderarse de la Galaxia. Muy velozmente, el Mulo comienza a ganarle terreno a la Fundación, conquistando planeta tras planeta y adueñándose de sus flotas con las que pretende atacar a la Fundación. El Mulo crea un nuevo imperio, mucho más fuerte que el Imperio al que la Fundación venció en El General. La Fundación cae y el Plan Seldon se detiene peligrosamente, la aparición de un Segundo Imperio (no el del Mulo sino el contemplado en el Plan) corre el riesgo de que no suceda nunca.

Bayta y Toran, ciudadanos de la Fundación (aquí se introduce al primer personaje mujer realmente importante dentro de la Trilogía), conscientes del peligro que representa el Mulo, no solo para la Fundación, sino también para la Galaxia entera; van en busca de la Segunda Fundación, la única que posee el poder mental de enfrentarlo y derrotarlo. El Mulo también se encuentra en busca de la Segunda Fundación porque sabe que si no los derrota, su poderío nunca será total: la intrusión de ellos, la Segunda Fundación, podría significar el fin de sus planes. La ubicación de la Segunda Fundación establecida por Seldon es desconocida para la Primera, y Bayta y Toran deben apresurarse a encontrarla porque el Mulo ya posee el poder bélico y tecnológico de la Fundación.




En mi opinión, Fundación e Imperio es la más interesante de las tres novelas, porque Asimov introduce giros muy sorpresivos a la historia. La guerra del Imperio contra la Fundación, la aparición del Mulo y la búsqueda de la Segunda Fundación agregan elementos inesperados a la historia, y no es solo la aparición de ellos, sino los cambios que se producen en el mismo Plan Seldon por la interacción principalmente entre el Mulo y la Primera Fundación en la búsqueda de la Segunda. Todos estos hechos que parecen ponerle un alto al Plan o desviarlo por completo de lo previsto por Seldon, tienen un gran peso en la tercera novela: Segunda Fundación. Para que todos esos giros tengan el factor sorpresa que tanto me ha gustado de Fundación e Imperio, recomiendo no leer los artículos de Wikipedia sobre ninguna de las novelas de la trilogía porque contienen muchos spoilers. Es mucho mejor leer los libros sin esos detalles. Ahora, acá están las frases de Fundación e Imperio:

Acepto el desafío. Será una mano muerta contra una voluntad viva.

Un traidor incompetente no es un peligro. Son los hombres capaces los que hay que vigilar.

Me están acusando de modestia, un horrible crimen totalmente antinatural.

— En tal caso, ya no quedan enemigos.
— Hay una Segunda Fundación.
— ¿Al otro extremo de la Galaxia? Tardarán siglos en llegar a ellos.

— Lo sé, Bay..., no es exactamente un cambio agradable, ¿verdad? Me refiero a esto, después de la Fundación.
— Es un cambio horrible, Toran. Nunca debí casarme contigo.

Anda, tonto. Ahora haz una mueca de disgusto y mírame como un patito moribundo antes de reclinar tu cabeza en mi hombro para que yo acaricie tus cabellos llenos de electricidad estática.

Es una lección invariable, a la humanidad que la distancia en el tiempo, y asimismo en el espacio, da perspectiva a las cosas. A propósito, no consta en ninguna parte que la lección haya sido aprendida de modo permanente.

La vida conyugal había enseñado a Toran la futilidad de discutir con una mujer en un mal momento. Se encogió de hombros y se fue.

Y si la Segunda Fundación no vence al Mulo, las cosas irán mal... definitivamente mal. Tal vez signifique el fin de la raza humana, tal como la conocemos.

Los músculos de Toran casi estallaron en un espasmo, pero no se distendieron; Toran tuvo la sensación de que ya no volvería a separar los dientes.

Estoy convencido de que la Segunda Fundación puede ganar, si no es atacada prematuramente por el Mulo. Se ha mantenido en secreto; este secreto debe guardarse; tiene un propósito. Debéis ir allí; vuestra información es vital.... puede cambiarlo todo. ¿Me escucháis?

— Así que eres una mujer del Mulo. ¡Te ha captado!
Bayta alzó la mirada, y su boca se torció en dolorosa mueca.
— ¿Yo, una mujer del Mulo? Esto sí que es una ironía.

Se acabó, Toran; ahora puedo hablar. Ignoro cuánto podré sobrevivir. Pero puedo empezar a hablar...

Torie, estas cosas no suceden en la vida real. Tú y yo somos personas insignificantes; no vamos de un vértice político a otro, continuamente, por espacio de un año..., a menos que llevemos el vértice con nosotros. ¡A menos que llevemos con nosotros la fuente de la infección! ¿Comprendes ahora?

— ¿Este es el fin? —preguntó Bayta.
— Este es el fin.
— Y ahora, ¿qué?
— Continuaré con mi programa.

Los siguientes enlaces son para leer los libros: Fundación (primera novela), Fundación e Imperio (segunda novela), Trilogía de la Fundación (que contiene la tercera novela: Segunda Fundación). Si desean los libros de los tres Ciclos completos (descritos en la entrada de Fundación), escriban a abiel.arias@gmail.com. ¡Felices lecturas!

viernes, 26 de octubre de 2018

Frases de "Trilogía de la Fundación" de Isaac Asimov (I Parte - Fundación)



Isaac Asimov, nacido en Rusia (1920), pero con nacionalidad estadounidense, fue doctor en ciencias por la Universidad de Columbia, profesor de bioquímica y doctor en filosofía. Sus conocimientos y sus habilidades para la narración lo llevaron a ser considerado como uno de los mayores exponentes de la ciencia-ficción. Cuando él tenía solo tres años de edad, su familia deja Rusia y se mudan a Nueva York, Estados Unidos; por lo que su imaginario y sus acercamientos a la realidad fueron desde su niñez, construcción de la sociedad norteamericana; tanto así que nunca aprendió a hablar ruso. Isaac demostró desde pequeño el talento que tenía al aprender a leer por sí solo entre los cuatro y cinco años. Sus contactos durante la juventud con revistas de ciencia-ficción lo atrajeron tanto que fue a los diecinueve años que empezó a publicar sus relatos de ciencia-ficción en las revistas Pulps.




Durante su vida adulta escribió materiales sobre diversas temáticas, incluyendo novelas, relatos, artículos (científicos, de ciencia-ficción y de Historia), entre otras. Fue galardonado muchas veces con el Premio Hugo, entre ellos obtuvo el premio a la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos por la Trilogía de la Fundación en el año 1966. Además le otorgaron doctorados honoris causa por diferentes universidades. Se le atribuye la introducción de tres palabras al idioma inglés:  positrónico, psicohistoria y robótica. Asimov se casó dos veces y, producto del primer matrimonio, nacieron dos hijos. Murió en 1992 por un fallo coronario y renal, aunque su segunda esposa, Janet Opal Jeppson, reveló diez años más tarde que fue debido al SIDA, habiendo contraído el VIH por una transfusión de sangre durante una operación de baipás vascular en 1983.

Asimov creó todo un universo que gira alrededor de la Trilogía de la Fundación y otras historias relacionadas. Entre ellos se encuentran relatos y novelas que generalmente son presentadas en el siguiente orden:

Ciclo de la Tierra:




  1. Yo, Robot
  2. Bóvedas de Acero
  3. El Sol Desnudo
  4. Los Robots del Amanecer
  5. Robots e Imperio
Ciclo del Imperio Galáctico:




  1. En la Arena Estelar
  2. Las Corrientes del Espacio
  3. Un Guijarro en el Cielo
Ciclo de Trántor:




  1. Preludio a la Fundación
  2. Hacia la Fundación
  3. Fundación
  4. Fundación e Imperio
  5. Segunda Fundación
  6. Los Límites de la Fundación
  7. Fundación y Tierra



A parte de estos escritos, existen otros que pertenecen al mismo universo de los ciclos anteriores, como Némesis, Madre Tierra, Callejón sin Salida y El Fin de la Eternidad; sin embargo, suelen considerarse como relatos independientes. Solo tomando en cuenta estas obras, las letras de Asimov parecen muchas, pero esto es solo una pequeña muestra, muy pequeña. Según varios sitios de Internet (no coloco fuentes porque no obtuve nada oficial), se estima que Asimov escribió 506 libros (aunque Wikipedia dice 429). Fundación, primer libro de la Trilogía de la Fundación, puede ser leído de forma independiente, aunque es bueno que se lea, al menos, la Trilogía. Si ya se lee en conjunto con las otras obras del Ciclo, es mejor; y pues, ya con los tres Ciclos, es perfecto (confieso que solo he leído la Trilogía y me encuentro leyendo la secuela: Los Límites de la Fundación).

Fundación

Conocí a Asimov gracias a una gran amiga de la universidad. Me regaló la Trilogía de la Fundación y no pude parar hasta terminarla. Fue una lectura nueva para mí, porque no conocía al autor, y tampoco había leído ciencia-ficción antes. Amé el libro. Fundación es una novela que nos habla del poder que tiene la religión, la economía, la ciencia y la política en el rumbo de la sociedad, y cómo, si se está del "lado equivocado", se puede ser víctima de la clase dominante. Originalmente fue publicada como cuatro relatos independientes (pero con continuidad). Al recopilarse, para ser publicados como un solo libro, se le añadió la quinta parte. Las cinco partes de Fundación son: Los Psicohistoriadores, Los Enciclopedistas, Los Alcaldes, Los Comerciantes y Los Príncipes Comerciantes.


Ejemplar de la Trilogía de la Fundación que me regaló mi amiga.

En Los Psicohistoriadores, se nos relata la situación de Trántor (capital del Imperio). El Imperio comprende toda la Galaxia, junto a sus sistemas de estrellas (no se puede hablar de sistemas solares, porque Sol es el nombre de la estrella del sistema al que pertenece la Tierra y en la dimensión temporal en la que se desarrolla esta novela, el ser humano ya no tiene siquiera noción de lo que fue la Tierra). El Imperio, como esa imagen de unidad gubernamental, tiene su capital en Trántor, un planeta con una superficie de 1,200 millones de km² (2.35 veces, aproximadamente, la de la Tierra) y con una población de más de 40,000 millones (5.33 veces, aproximadamente, la de la Tierra en el 2017). Este planeta, completamente administrativo, no posee producción de alimentos ni de otros recursos necesarios, por lo que depende de otros planetas. Esta dependencia y la inactividad del Imperio (por creer que ya no hay nada por innovar, conquistar o corregir), llevan a Hari Seldon a prever la caída del Imperio utilizando la psicohistoria, una ciencia desarrollada por él mismo con la que se pueden predecir los cambios sociales e históricos aplicando fórmulas matemáticas. Seldon aplica la misma ciencia para reducir lo más posible el período de caos luego de la caída del Imperio de treinta mil años a un período de mil (antes del surgimiento del Segundo Imperio). Seldon podría tomarse como un héroe para el Imperio por predecir algo que se puede corregir para el bien del mismo Imperio, pero en Trántor tienen una visión diferente.




Seldon muere, pero no su plan, el Plan Seldon. El Plan fue minuciosamente desarrollado por Seldon de tal forma que dos fundaciones fuesen las responsables de llevarlo a cabo, aún en contra de los planes (con minúscula) del Imperio ya en decaimiento. En las cuatro partes restantes (Los Enciclopedistas, Los Alcaldes, Los Comerciantes y Los Príncipes Comerciantes), se presenta la evolución de la Fundación (la primera de las dos que establece Seldon) con sus representantes ya exiliados de Trántor. Las etapas de la historia política de la Fundación se describen precisamente por los nombres de los capítulos, llamados así por los dirigentes de esta: enciclopedistas, alcaldes, comerciantes y príncipes comerciantes. Cada uno de ellos debe guiar a la Fundación a través del Plan, librando batallas con otras regiones que se han independizado del Imperio. Esas batallas tienen un propósito: encauzar a la Fundación en el Plan, saliendo a flote de esas crisis políticas (con consecuencias comerciales y bélicas), mismas que han sido previstas por Seldon como parte del Plan. Las crisis, Crisis Seldon, serán la columna vertebral de la acción durante toda la novela, los primeros doscientos años del milenio del Plan.

Las frases y fragmentos que más me gustaron de esta primera parte de la Trilogía fueron:

Era infantil sentirse decepcionado; pero el infantilismo afecta casi con la misma facilidad a un hombre que a un niño, y Gaal tenía un nudo en la garganta.

Al poco tiempo de trabajar conmigo, jovencito, aprenderá a aplicar la psicohistoria a todos los problemas como algo rutinario.

Seldon se hallaba dominado por la intensa excitación de un hombre que sólo ha envejecido de cuerpo.

Procura ser claro, especialmente si tienes fama de ser sutil.

Además de eso, el halago es muy útil cuando se trata con jovencitos, particularmente cuando no te compromete a nada.

— ¡Quizá ! Sus opiniones son suyas, naturalmente. Aún es usted muy joven.
— Es un defecto que la mayor parte de la gente tiene en cierto período de su
vida.

El muchacho se volvió en el umbral.
Wienis sonreía con todo menos con los ojos.

Pero él era rey. Y los reyes pueden ordenar ejecuciones.
Incluso de tíos y primos.

Considero que la violencia es una forma antieconómica de obtener un fin.

La religión es una de las grandes influencias civilizadoras de la historia...

Un comedor de fuego ha de comer fuego aunque tenga que devorarse a sí mismo.

¡Nunca permitas que el sentido de la moral te impida hacer lo que está bien!

Hay algo extraño en los hombres piadosos como él. Te cortará el cuello alegremente si eso le conviene, pero vacilará en dañar el bienestar de tu inmaterial y problemática alma. Es sólo una muestra de la psicología empírica. Un comerciante ha de saber un poco de todo.

Para triunfar, el solo planteamiento es insuficiente. También se debe improvisar.

Pero ¿para qué quiero yo las riquezas? La verdadera riqueza es el amor del pueblo. Ya lo tengo.

¿Que se ha retirado de la política? ¿Se retira un hombre de eso alguna vez?

Nuestra religión es el instrumento más importante que tenemos para lograr este objetivo. Con ella hemos puesto a los Cuatro Reinos bajo nuestro control, incluso en un momento que podían aplastarnos. Es el instrumento más poderoso que se conoce para controlar hombres y mundos.

En usted no hay nada recto; ningún motivo que no tenga otro detrás; ninguna declaración que no tenga tres significados.

Para leer y descargar esta increíble novela, pueden abrir este enlace. Si quieren la Trilogía de la Fundación completa, abran este otro enlace. Pero, si se animan a leer los tres Ciclos (de la Tierra, del Imperio Galáctico y de Trántor), pueden escribir a abiel.arias@gmail.com y con gusto se los envío. ¡Felices lecturas!

viernes, 28 de septiembre de 2018

Frases de "Crimen y Castigo" de Fiódor Dostoyevski



Fiódor Dostoyevski, nacido en Moscú en 1821, es un nombre que pesa mucho en la literatura universal, sobre todo en la rusa, donde se le conoce como su principal representante. Después de sufrir la muerte de su madre y el alcoholismo de su padre durante su adolescencia, Dostoyevski entra en contacto con grandes de la literatura como Shakespeare y Victor Hugo, mientras estudia en la Escuela de Ingenieros Militares. Dos años después de la muerte de su madre, el padre de Fiódor muere, suceso que marcaría el resto de su vida, puesto que él se culpa por haber deseado esa muerte.

La epilepsia estuvo presente durante casi toda la vida de Dostoyevski, y también en la de varios de los personajes principales de sus novelas. Cuando terminó sus estudios de Ingeniería a los veintidós años, aún no había sido diagnosticado con esa enfermedad, pero ya la sufría desde los inicios de sus estudios (y continuaría hasta su muerte en 1881). En 1845, se retiró del ejército para dedicarse solo a escribir, pero luego de tener éxito con su primer libro (Pobres Gentes), las siguientes obras no recibieron buenas críticas, lo que lo deprimió y agravó sus ataques epilépticos que se habían vuelto más frecuentes luego de la publicación de su primera novela. 




Luego de unirse al grupo liberal llamado Círculo Petrashevski, fue arrestado bajo el cargo de conspirar contra el zar Nicolás I, viéndose obligado a cumplir cinco años de trabajo en Siberia de 1849 a 1854, y luego otros cinco años como soldado raso en el ejército. Durante el tiempo que estuvo en el ejército, se casó con María Dmítrievna Isáyeva (1857) y obtuvo el permiso de seguir publicando sus obras al ser beneficiado por la amnistía emitida por el zar Alejandro II. En 1865, luego de la muerte de su esposa y de su hermano, empieza a escribir Crimen y Castigo.

No soy crítico literario, así que para esta publicación tan emblemática, acudí a un artículo de Universia sobre la misma. El artículo rescata al menos seis razones fuertes por las que deberíamos leer Crimen y Castigo. Entre ellas se encuentran:

  • Se considera la obra maestra del mayor representante de la novela rusa. Es decir, si uno quiere hablar sobre la novela rusa, uno debe al menos haber leído Crimen y Castigo.
  • Presenta un enfoque diferente del crimen (en relación a otras novelas de terror o policíacas): la culpa. El personaje, lejos de sentir el peso de la ley humana, se ve aplastado por sus propios remordimientos, juicios personales, moral interna y la acusación de unos principios y valores que, en un principio, intenta callar.
  • Dostoievski expone una sensación del pánico única. Leer los pensamientos en los que el asesino se sumerge es algo intenso, escalofriante, revelador y, de alguna forma sutil, pero profunda; acusador.




Ahora, ¿qué sobre la historia? A eso vamos. Rodión Raskólnikov, un estudiante pobre, lejos de su familia (madre y hermana), se ve atormentado constantemente por su situación económica (muchos identificados en este punto). Como única salida a ese suplicio, empeña las pocas pertenencias de valor donde Aliona, vieja usurera. Ese ir y venir donde la usurera, le genera mayor frustración a Rodión, puesto que contempla con impotencia cómo, alguien que no representa mayor beneficio para los demás, ostenta una posición económica holgada y, valiéndose de la misma, se aprovecha de los demás, incluyendo a su propia hermana. 

Para Raskólnikov, el mundo se divide en dos tipos de personas: quienes se someten a las leyes, aquellos que sirven solo para reproducirse; y a quienes les es permitido estar sobre las leyes, cometiendo crímenes por el bien de la sociedad. Rodión, para salir de la difícil situación económica en la que se encuentra, planea asesinar a la usurera y quedarse con su fortuna. Naturalmente, Raskólnikov se ubica a sí mismo en la categoría de seres superiores, por lo que justifica sus planes y se siente completamente decidido a llevarlos a cabo, esperando no tener ningún remordimiento después de eso.




Al final de la primera parte, de seis en las que se divide la novela, se comete el asesinato. A partir de la segunda parte, empieza una lucha interna en la que Rodión se cuestionará si en verdad es parte de los seres superiores, o es que deberá cargar con la culpa de la muerte de la vieja Aliona. La trama se vuelve más compleja con las indagaciones que realiza la policía, el involucramiento de un ex compañero de estudios de Rodión (quien se vuelve en compañero inseparable de este), la aparición de la familia de Raskólnikov, y de una prostituta que llevará al asesino a una reflexión más profunda de lo cometido, siendo la salvación el uno del otro.

No haré mención alguna de cómo termina la historia por no generar un spoiler, pero para mi gusto es la parte que no me termina de convencer. Eso ya es cuestión de gustos, pero me hubiese parecido mejor un destino diferente para el asesino. Sin embargo, no cabe duda que la novela en general es una obra maestra de la literatura y no puede quedar fuera de nuestras lecturas. Ahora, las frases que más me impactaron de la novela:



Es chocante que lo que más temor inspira a los hombres sea aquello que les aparta de sus costumbres. Sí, eso es lo que más los altera.


Todo esto son necedades se dijo, reconfortado . No había motivo para perder la cabeza. Un trastorno físico, sencillamente. Un vaso de cerveza, un trozo de galleta, y ya está firme el espíritu, y el pensamiento se aclara, y la voluntad renace. ¡Cuánta nimiedad!


Tenía unos cuarenta años, era gruesa y fuerte, de ojos oscuros, cejas negras y aspecto agradable. Mostraba esa bondad propia de las personas gruesas y perezosas y era exageradamente pudorosa.


Coge la pluma y pon tu nombre. En nuestros días, el dinero es la más dulce de las mieles.


Ni siquiera supo robar. Lo único que supo hacer fue matar. ¡Lo dicho: un principiante! Perdió la cabeza, y si no Lo han descubierto no Lo debe a su destreza, sino al azar.


¿Acaso no es cierto que lo que más le complacía de ella era su pobreza, pues lo mejor es casarse con una mujer pobre para poder dominarla y recordarle el bien que se le ha hecho?


Yo he renegado de la sociedad mil veces y luego he vuelto a ella a toda prisa... Te sentirás avergonzado de tu conducta y volverás al lado de tus semejantes.


No se ven más que desgracias, añadió inesperadamente, con ese aire especialmente grave que adoptan los niños cuando quieren hablar como las personas mayores.


Poletchka, yo me llamo Rodion. Nómbrame también alguna vez en tus oraciones... «Y también a tu siervo Rodion...» Basta con esto.
Toda mi vida rezaré por usted, respondió calurosamente la niña.


Dios nos ha enviado a este hombre, aunque lo haya sacado de una orgía. Se puede confiar en él, te lo aseguro.


Tú no puedes estimar a Lujine. Lo he visto, he hablado con él. Por lo tanto, te casas por interés, te vendes. De cualquier modo que la mires, tu decisión es una vileza. Me siento feliz de ver que todavía eres capaz de enrojecer.


Sabe pleitear, como es propio de un abogado, y cuando habla te hace bastante bien. Pero escribiendo es un iletrado, un ignorante.


Mi opinión es que los hombres pueden dividirse, en general y de acuerdo con el orden de la misma naturaleza, en dos categorías: una inferior, la de los individuos ordinarios, es decir, el rebaño cuya única misión es reproducir seres semejantes a ellos, y otra superior, la de los verdaderos hombres, que se complacen en dejar oír en su medio palabras nuevas.


Los verdaderos grandes hombres deben de experimentar, a mi entender, una gran tristeza en este mundo.


A mi juicio, usted, con todas sus cualidades, vale menos que el dedo meñique de esa desgraciada muchacha a la que ha arrojado usted la piedra.


El cabo de la vela estaba a punto de consumirse en el torcido candelero y expandía una luz mortecina por aquella mísera habitación donde un asesino y una prostituta se habían unido para leer el Libro Eterno.


¿Ha visto usted alguna vez una mariposa ante una bujía? Pues él girará incesantemente alrededor de mi persona como el insecto alrededor de la llama. La libertad ya no tendrá ningún encanto para él.


Era uno de esos innumerables pobres hombres, de esos testarudos ignorantes que se apasionan por cualquier tendencia de moda, para envilecerla y desacreditarla en seguida. Estos individuos ponen en ridículo todas las causas, aunque a veces se entregan a ellas con la mayor sinceridad.


Yo me digo a veces que si me casase, si me uniese a una mujer, legal o libremente, que eso poco importa, y pasara el tiempo sin que mi mujer tuviera un amante, se lo llevaría yo mismo y le diría: «Amiga mía, te amo de veras, pero lo que más me importa es merecer tu estimación.»


¡Señor! ¿Es posible que no exista la justicia aquí abajo? ¿A quién defenderás si no nos defiendes a nosotros...?


Lo que sucede..., sí, esto es..., lo que sucede es que soy orgulloso, envidioso, perverso, vil, rencoroso y..., para decirlo todo ya que he comenzado..., propenso a la locura.


Ya sabes, Sonia, que el alma y el pensamiento se ahogan en las habitaciones bajas y estrechas.


Entonces yo me preguntaba continuamente: "Ya que ves la estupidez de los demás, ¿por qué no buscas el modo de mostrarte más inteligente que ellos?"


Comprendí que esperar a que todo el mundo fuera inteligente suponía una gran pérdida de tiempo. Y después me convencí de que este momento no llegaría nunca, que los hombres no podían cambiar, que no estaba en manos de nadie hacerlos de otro modo. Intentarlo habría sido perder el tiempo.


¿Fue a la vieja a quien maté? No, me asesiné a mí mismo, no a ella, y me perdí para siempre... Fue el diablo el que mató a la vieja y no yo.


Con estos estúpidos trastornos provocados por una puesta de sol, se dijo malhumorado, es imposible no cometer alguna tontería. Uno se siente capaz de ir a confesárselo todo no sólo a Sonia, sino a Dunia.


Lo que quiero decirte es que ya no tengo necesidad de beber: tus palabras han bastado para emborracharme. Sí, Rodia, estoy embriagado, embriagado sin haber bebido...


Acababa de acordarse de estas palabras de Sonia: « Ve a la primera esquina, saluda a la gente, besa la tierra que has mancillado con tu crimen y di en voz alta, para que todo el mundo te oiga: "¡Soy un asesino!"»


¿Que quién es el asesino? Exclamó como no pudiendo dar crédito a sus oídos. ¡Usted, Rodion Romanovitch! Y añadió en voz baja y en un tono de profunda convicción: Usted es el asesino.


En Petersburgo hay mucha gente que va hablando sola por la calle. Uno se encuentra a cada paso con personas que están medio locas. No hay ningún otro lugar donde el alma humana se vea sometida a influencias tan sombrías y extrañas.


No creas que lloro: estas lágrimas son de alegría. Te aseguro que no estoy triste, sino muy contenta, y cuando lo estoy no puedo evitar que los ojos se me llenen de lágrimas. Desde la muerte de tu padre, las derramo por cualquier cosa...


Para huir de este deshonor estaba dispuesto a arrojarme al río, pero en el momento en que iba a hacerlo me dije que siempre me había considerado como un hombre fuerte y que un hombre fuerte no debe temer a la vergüenza.


El joven rechazó el vaso y, en voz baja y entrecortada, pero con toda claridad, hizo la siguiente declaración: Fui yo quien asesinó a hachazos, para robarles, a la vieja prestamista y a su hermana Lisbeth.


Me someto a la ética, pero no comprendo en modo alguno por qué es más glorioso bombardear una ciudad sitiada que asesinar a alguien a hachazos.


¿Por qué mi acto os ha parecido monstruoso? ¿Por qué es un crimen? ¿Qué quiere decir la palabra "crimen"? Tengo la conciencia tranquila.


Mortalmente pálida, se puso en pie de un salto y le miró, temblorosa. Pero al punto lo comprendió todo y una felicidad infinita centelleó en sus ojos. Sonia se dio cuenta de que Rodia la amaba: sí, no cabía duda. La amaba con amor infinito. El instante tan largamente esperado había llegado.

Para que no se pierdan de esta estupenda y genial novela, les dejo este enlace donde la pueden leer y/o descargar. ¡Felices lecturas!

viernes, 31 de agosto de 2018

Frases de "Cumbres Borrascosas" de Emily Brontë



Cumbres Borrascosas es la única novela publicada de la británica Emily Brontë. Inicialmente esta novela fue publicada bajo el seudónimo de Ellis Bell, un seudónimo masculino, puesto que en la época en la que vivió Emily el trabajo literario de las mujeres no era valorado. Cuando el libro salió públicamente, bajo el seudónimo de Ellis Bell, no tuvo buena acogida incluso se pensó que era un trabajo de calidad inferior de su hermana mayor Charlotte (quien también publicaba bajo un seudónimo masculino, Currer Bell). Sin embargo, cuando otros críticos decidieron revisar la obra posteriormente, la calificaron como original, profunda y especialmente cargada del más puro romanticismo inglés. Así, Cumbres Borrascosas pasó a formar parte de los clásicos indispensables de la literatura inglesa por su contenido, su estructura y el abordaje de sus temas.




Leer Cumbres Borrascosas significa sumergirse en un mundo donde el amor y la venganza controlan las relaciones entre las personas. La novela se centra en la historia de Catherine y Heathcliff, y cómo su amor frustrado desencadena una tensa serie de situaciones que acaban con la vida de ambos. Emily nos presenta la oportunidad de estudiar cómo las personas pueden reaccionar al ser rechazados por su posición social, económica y cultural, cómo el desamor afecta las decisiones que alguien puede tomar y cómo también la sed de venganza propicia la destrucción propia.




Cuando Heathcliff es llevado a la casa de los Earnshaw, Catherine ve en él a un amigo y a un hermano, pero Hindley, el hijo mayor, lo ve como un enemigo, y como alguien que solo ha llegado para arrebatar la herencia de su padre, el señor Earnshaw. Catherine y Heathcliff desarrollan una íntima amistad en su infancia, acentuando el desprecio que Hindley siente por Heathcliff. Los señores Earnshaw mueren y Hindley queda al frente de la familia, por ser el hijo mayor. Un día, en una de sus aventuras, Catherine y su inseparable hermanastro, deciden ir a la Granja de los Tordos, donde vive la familia Linton. Cuando sus vecinos descubren que ellos han entrado a su propiedad sin su permiso, Catherine y Heathcliff salen huyendo para no ser atrapados, pero Catherine es mordida por un perro, no pudiendo escapar, y Heathcliff se queda con ella. Los Linton recogen a Catherine para curarla, pero expulsan a su compañero al considerar que no es de la familia Earnshaw, sino simplemente un huérfano que el señor de Cumbres Borrascosas recogió. Mientras se recupera, Catherine se queda un tiempo con los Linton, y es educada como toda una señorita, dejando de lado el espíritu libre que poseía cuando estaba al lado de Heathcliff.




Cuando Catherine regresa a Cumbres Borrascosas, Heathcliff continúa siendo el joven salvaje que había sido su compañero de juegos, pero Catherine ya no comparte las mismas aficiones. A pesar de que ambos ya sienten un amor mutuo, Catherine se compromete con Edgar, el hijo mayor de los Linton. Heathcliff, ya herido por la decisión de Catherine de casarse con Edgar Linton, escucha una conversación entre Catherine y el ama de llaves, Nelly Dean, donde su enamorada dice que debe casarse con Edgar porque si lo hiciera con Heathcliff, eso sería rebajarse. Esta conversación acaba por decepcionar por completo a Heathcliff quien decide huir de la casa.




Tres años después, Heathcliff regresa con una fortuna que ha conseguido como producto de oscuros negocios, y regresa también con propósitos oscuros: vengarse de Hindley, por haberle hecho la vida imposible cuando era pequeño; de Edgar, por haberle quitado el amor de Catherine; y de Catherine, por haber traicionado su hermandad, amistad y amor. A partir del regreso de Heathcliff, empiezan a sucederse una cadena de acontecimientos que demostrarán que no hay mayor motor para vengarse que la traición del ser amado. Catherine y Heathcliff mueren, pero su amor frustrado, los deseos de venganza de Heathcliff y la tristeza de Catherine por haber tomado la decisión de elegir a Edgar por sobre Heathcliff, seguirán afectando las vidas de sus hijos, quienes deberán enfrentar la herencia de dos familias en disputa. ¿Cómo se resolverá el destino de los descendientes de los Linton y los Earnshaw? ¿Podrá la culpa de Catherine y el rencor de Heathcliff cambiar de tal modo el porvenir de sus hijos que no podrán salir de este círculo vicioso de venganza?




Quizá pensarán que les he dado muchos spoilers; pero en realidad, en esta novela, los hechos son incluso secundarios. Lo que genera tensión son los diálogos, la profundidad en la descripción de los sentimientos y las intensiones de los espíritus de sus personajes. Brontë maneja muy bien la descripción de los paisajes, pero también describe magistralmente el ambiente emocional y psicológico de cada situación. Además, cabe destacar que en la novela se manejan diferentes dimensiones temporales y espaciales. El narrador principal es un personaje insignificante dentro de la trama, y además se cuenta con un narrador secundario que es otro personaje que posee mayor relevancia que el principal en cuanto a su participación en los hechos, pero ninguno de los dos es un personaje principal... Así es, es una novela que promete mucho. Puede resultar un poco tediosa y cansada al principio, sobre todo porque no es una novela corta, pero a medida que se van desarrollando los personajes, uno aprende —literalmente— a amarlos y a odiarlos. Y ese amor y odio puede pasar fácilmente de un personaje a otro con un diálogo de diferencia.

Ahora les dejo las frases que más me atraparon de esta novela —perdón si encuentran algún spoiler por ahí—:

Influido probablemente por sensatas consideraciones acerca de la inconveniencia de ofender a un buen inquilino, rectificó ligeramente su estilo lacónico de suprimir pronombres y verbos auxiliares.


Debe de amar y odiar de la misma manera encubierta y es posible que sentirse amado u odiado también lo considere como una especie de impertinencia.


A un hombre sensible tiene que bastarle con la compañía que encuentre en sí mismo.


—Pues yo también he estado llorando toda la noche —repuso—, y más motivos tengo yo que ella para llorar.
—Sí —le dije—, y para irte a la cama con el corazón estallando de soberbia y el estómago vacío.


Estoy seguro de que ha pensado usted muchísimo más que la mayoría de las sirvientas.


Era como si experimentara un feroz regodeo provocando aversión y no estima en la poca gente que le conocía.


No se puede hablar de compañía cuando una persona no sabe nada ni dice nada.


Así que nunca sabrá cuánto le amo. Y no por guapo, Nelly, sino porque es más que yo misma. Sea cual fuere la sustancia de que están hechas las almas, la suya y la mía son idénticas, y la de Linton es tan diferente de ellas como puede serlo un rayo de luna de un relámpago o la escarcha del fuego.


Él es mi principal razón de existir. Si perecieran todas las demás cosas pero quedara él, podría seguir viviendo.


Tomó asiento frente a Catherine, que mantenía la vista clavada en él como si temiera que pudiera desvanecerse al menor movimiento de ella.


Ojalá pudieras borrar de su rostro esa apatía que tiene y que se mostrase un poco más inquieto por mí.


Me he dado cuenta de que cuando te interesa puedes ser tan estoica como el que más.


Aunque me entierren a cuatro metros de profundidad, aunque me echen la iglesia entera encima, hasta que vengas tú conmigo no descansaré, ¡nunca descansaré!


Podrás hacerte dueño de todo lo que tocas, pero mi alma estará en lo alto de aquella colina antes de que me vuelvas a poner la mano encima.


Vuelve a tus libros. Me alegro de que tengas un consuelo, porque todo lo que tenías en mí se acabó.


¿Es un ser humano el señor Heathcliff? Y si es así, ¿crees que está loco? Y de no estar loco, ¿es un demonio?


En dos palabras se resumiría entonces mi futuro: muerte e infierno; porque la vida, si la perdiera a ella, sería un infierno.


Aun cuando él llegara a quererla con todas las potencias de su alma mezquina, no sería capaz de amarla en ochenta años tanto como yo en un solo día.


Pretender que él monopolice todo ese caudal de afecto sería intentar meter en un cubo toda el agua del mar. ¡Bah! Le querrá un poco más que a su perro o a su caballo. No está en sus manos lograr ser amado como yo. ¿Cómo va a poder Catherine amar en él aquello de que carece?


Me veía como a un héroe de novela y esperaba de mi devoción caballeresca una serie de delicadezas sin límite.


Ya sólo espero, y así se lo pido a Dios, que deponga de una vez su diabólica prudencia y me asesine.


Quédate siempre conmigo, bajo la forma que quieras, ¡vuélveme loco! Pero lo único que no puedes hacer es dejarme solo en este abismo donde no soy capaz de encontrarte.


Ya veremos si un árbol no crece tan torcido como otro cuando es el mismo viento el que los inclina.


¡Y a ver si te portas como un caballero! No digas palabrotas, no te quedes mirándola cuando ella no te mire a ti, y si lo hace, baja los ojos.


Le he enseñado a despreciar, como síntomas de estupidez y debilidad, todo lo que no sea puramente animal.


¿Ni un solo libro? —exclamé—. Permítame que me tome la libertad de preguntarle cómo se las arregla para vivir sin libros.


¿Existe alguna cosa que no la acerque a mí y no me la recuerde? No puedo ni bajar la vista al suelo sin que sus rasgos se dibujen en las baldosas. En cada nube, en cada árbol, colmando el aire nocturno y refulgiendo de día a rachas en cada objeto, me veo continuamente cercado por su imagen.


El mundo entero es una atroz colección de testimonios acreditativos de que vivió y de que ya la he perdido.


Tengo que concentrar todas mis potencias para respirar y hasta casi mandarle a mi corazón que siga latiendo.


A esos dos, en cambio, no les da miedo de nada —rezongué mirándolos venir a través de la ventana—. Estando uno con otro desafían a Satanás y a todas las legiones infernales. 

Si la reseña del libro y sus frases les interesaron, seguramente querrán leer la novela, pues acá les dejo este link donde pueden leerlo y descargarlo en PDF.




Por cierto, muchas películas, telenovelas y radionovelas han sido producidas a partir de este libro, pero no he tenido la oportunidad de ver o escuchar ninguna de estas producciones, así que, si alguno de ustedes ya lo ha hecho, le agradecería que me diera su opinión para ver si me decido a verlas. ¡Felices lecturas!

viernes, 27 de julio de 2018

Frases de "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry (II Parte)

Una salvadoreña es protagonista de una de las obras literarias más notables de todos los tiempos. Y no solo es protagonista del libro, sino que fue protagonista en la vida del autor. En esta segunda parte sobre El Principito, haré una pequeña reseña de lo que significó Consuelo Suncín para El Principito y para Antoine. Además, compartiré las frases que he guardado por años de todas las lecturas que he hecho de este maravilloso libro.

Consuelo Suncín, la Rosa Salvadoreña




La relación entre el francés y la salvadoreña fue complicada por muchas razones. Primero, las diferencias sociales entre ellos. Antoine pertenecía a la nobleza de Francia, mientras que Suncín, aparte de ser divorciada y viuda (de Ricardo Cárdenas y Enrique Gómez Carrillo, respectivamente), provenía de una de las regiones menos notables del continente “descubierto” y, por supuesto, no poseía grado noble alguno. Consuelo, plebeya y proveniente del fuego volcánico centroamericano, solo tiene su inteligencia, lo expresa Manlio Argueta en un artículo publicado en el Diario Digital ContraPunto.



La viuda de Saint-Exupéry es la mujer en la que, según aseguran muchos comentaristas y estudiosos del autor francés, se inspiró para escribir El Principito, específicamente, el personaje de la Rosa. Como lo expresa Marie-Helene Carbonel en su libro Consuelo de Saint-Exupéry, une mariée vêtue de noir (Consuelo de Saint-Exupéry, una novia vestida de negro), Consuelo era una seductora. No sólo era una mujer bonita y menuda que encantaba a los hombres; también podía hablar con ellos. Antoine, por su parte, escribió, sobre esa rosa salvadoreña …la flor no acababa de preparar su belleza al abrigo de su envoltura verde. Elegía con cuidado sus colores, se vestía lentamente y se ajustaba uno a uno sus pétalos. No quería salir ya ajada como las amapolas; quería aparecer en todo el esplendor de su belleza. ¡Ah, era muy coqueta aquella flor!


Según Carbonel, y nuevamente sin ánimos de hacer spoiler, las otras cinco mil rosas pueden ser las otras mujeres de Saint-Exupéry, pero para El Principito esas rosas no valen nada, la única que vale es su rosa, y es que Antoine siempre fue un hombre de muchas mujeres, y Consuelo debió soportar esta condición durante los trece años de matrimonio que sostuvieron, además de sobrellevar los desprecios de la familia del francés y la sociedad aristocrática francesa.


Existen muchos otros elementos que llevan a asegurar que Consuelo era esa Rosa única entre cien mil rosas que describe El Principito. Por ejemplo, el asma del que ella sufría, la geografía de su lugar de nacimiento, entre otras. Pero eso no corresponde ser revelado aquí, se dejará para el descubrimiento y goce de los nuevos lectores y lectoras del libro.

Frases


Ahora sí, acá les dejo las frases de El Principito que más me han gustado.

Las personas mayores son incapaces de comprender algo por sí solas y es muy fastidioso para los niños darles explicaciones una y otra vez.


Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado mi opinión sobre ellas.


Poniéndome a su altura, les hablaba de su mundo: del bridge, del golf, de política y de corbatas. Y la persona mayor quedaba contentísima de conocer a un hombre tan razonable.


Y él repitió suave y lentamente, como algo muy importante:
—¡Por favor… píntame un cordero!


Cuando el misterio es tan impresionante, uno no se atreve a contravenir. Por absurdo que aquello pareciera, a mil millas de distancia de algún lugar habitado y en peligro de muerte, saqué del bolsillo una hoja de papel y una pluma fuente.


Y agregó, quizá con un poco de melancolía:
—A donde vaya no puede ser muy lejos.


Nadie le creyó por su extraña manera de vestir ¡Las personas mayores son así!


¡Ni modo!, hay que entender que son así. Los niños deben ser muy condescendientes con las personas mayores.


No me gustaría que mi libro fuese tomado a la ligera. Siento tristeza al acordarme de mi amigo.


Tener un amigo es un verdadero privilegio y si uno se olvida de ellos se corre el riesgo de volverse como las personas mayores que sólo se interesan por las cifras y los números.


Quizá me creía semejante a él y yo, desgraciadamente, no sé ver un cordero a través de una caja. Debo haber envejecido.


¡Ah, mi pequeño amigo, cómo he ido comprendiendo lentamente tu vida melancólica!


Me gustan mucho las puestas de sol. ¡Vamos a ver una!


¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!


Yo ya no sabía qué decirle, cómo consolarle y qué hacer para recuperar su confianza; me sentía muy torpe. ¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!


¡Son tan contradictorias las flores! Y… yo era demasiado joven para saber amarla.
¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras.


Será necesario soportar la molestia de dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas; creo que son muy hermosas.


No sabía que para los reyes todos los hombres son súbditos.


La etiqueta no permite bostezar en mi presencia —dijo el rey— te lo prohíbo.

Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si eres capaz de juzgarte rectamente eres un verdadero sabio.


Para los vanidosos todos los otros hombres son admiradores.


—¿Qué haces ahí?
—¡Bebo!
—¿Por qué bebes?
—Para olvidar.
—¿Para olvidar qué?
—Para olvidar que siento vergüenza.
—¿Vergüenza de qué?
—¡Vergüenza de beber!


—¿Abejitas?
—No. Unas cositas doradas que hacen soñar y desvariar a los holgazanes. ¡Yo soy un hombre serio y no tengo tiempo de soñar!


—Tengo también una flor.
—De las flores no tomamos nota.
—¿Por qué? ¡Si son tan lindas!
—Porque las flores son efímeras.


—¿Se está así de solo en el desierto? ¿Dónde están los hombres?
—Entre los hombres también se está solo —afirmó la serpiente.

Me pregunto si las estrellas están encendidas para que cada quien pueda reconocer la suya.


Los hombres carecen de imaginación; no hacen más que repetir lo que uno dice...


Si tú me domesticas, mi vida se llenará de sol y conoceré el rumor de unos pasos diferentes a los de otros hombres.


Y como en las tiendas no se venden amigos, los hombres ya no tienen amigos. ¡Si quieres tener un amigo, entonces debes domesticarme!


Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, yo desde las tres comenzaría a ser dichoso.


Pero si tú vienes a cualquier hora, yo nunca sabré cuándo preparar mi corazón...

Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.


Eres responsable, por siempre, de lo que hayas domesticado ¡Eres responsable de tu rosa!...


Es bueno haber tenido un amigo, aún si vamos a morir. Yo estoy muy contento de haber tenido un amigo zorro. 
Lo que realmente embellece al desierto —dijo el Principito— es el pozo que se oculta en algún sitio...


Y cuando te hayas consolado (siempre se consuela uno) estarás contento de haberme conocido.

Nuevamente me quedé helado por la misma sensación de algo irreparable y comprendí lo difícil que sería no volver a oír aquella risa que era como una fuente en el desierto para mí. 


Luego, suave y silenciosamente cayó en la arena, como cuando cae un árbol.


Jamás he contado esta historia y los compañeros que me vuelven a ver se alegran de encontrarme vivo aunque me notan triste. "Es el cansancio", les digo.


Pero miren al cielo y pregúntense: el cordero ¿se ha comido la flor? Y veréis cómo todo cambia...


¡Sean amables con él! Y comuníquenme rápidamente que ha regresado.

Sé que El Principito es uno de los libros más fáciles de encontrar en PDF, pero por si aún no lo tienen, acá les dejo este link para que lo puedan descargar y leer. Espero que les haya gustado estas dos publicaciones sobre El Principito y que los haya dejado con el ánimo de leerlo por primera vez o volverlo a leer. ¡Felices lecturas!

viernes, 29 de junio de 2018

Frases de "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry (I Parte)

El Principito merece un lugar especial en mis lecturas. Fue el primer libro que leí por completo, hace más de diez años estando en la escuela. Y es el libro que más veces he leído, unas ocho veces creo —desde hace unos años lo leo siempre en diciembre—, aunque no repito las lecturas de otros libros, salvo algunas excepciones. He tenido la oportunidad de regalarlo, y también he tenido el placer de que me lo regalen. Es por eso que tiene mucho significado emocional para mí, y no podría ocupar una sola entrada para él. Así que lo haré en dos partes, y trataré de profundizar lo más que pueda en este libro.

El Principito: magia, filosofía, autobiografía, cuento, novela, poesía; reivindicación social y de la infancia, historia e Historia




La historia de El Principito, el niño de cabellos dorados, pidiéndole de forma misteriosa e imperiosa a un aviador extraviado el dibujo de un cordero en medio del desierto del Sahara; fue publicada por primera vez en abril de 1943 en la ciudad de Nueva York, en inglés. Luego, en 1946, cuando Antoine de Saint-Exupéry hacía dos años que había fallecido, fue publicada en francés. 

Óperas, danzas, obras teatrales y cinematográficas, parques temáticos, más libros… y hasta centros escolares. Todo eso, y mucho más alrededor del mundo, que podría ser casi imposible de enumerar; ha sido inspirado en una de las obras más traducidas y leídas en todo el mundo. El pequeño príncipe del asteroide B612, cumplió en abril pasado 73 años desde su primera edición. Además, en julio del 2014 se cumplieron 70 años del fallecimiento del autor; esto, de acuerdo a las leyes que rigen los derechos de autor en gran parte de los países pertenecientes a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO por sus siglas en inglés), convierte a la obra en un bien público. La obra ha sido valorada a partir de análisis filosóficos, políticos y sociales; llegando a conclusiones e interpretaciones que, acaso, nadie podría asegurar si tuvieron espacio en las reflexiones del escritor. Muchos la consideran una autobiografía de Antoine, en la que él, haciendo uso de metáforas y paradojas, expresa gran parte de su vida. Otros la ubican como una novela corta donde el autor expone su filosofía y sus posturas políticas y sociales, colocándola como un ensayo en el que se ocupa la narrativa como herramienta de argumentación. Algunas personas lo consideran como un simple cuento infantil, y se dice simple no por desmeritar la literatura infantil, sino en el sentido de que se cree que es un libro de fantasía sin mayor trascendencia social, política e histórica. 

Para llegar a un acuerdo, me referiré al escritor salvadoreño Francisco Andrés Escobar, quien califica a El Principito como poesía, pues, como lo indica Escobar, … la poesía no es necesariamente verso. La poesía consiste en decir verdades profundas con palabras bellas. (…) El Principito es poesía, aun cuando relata una historia, ella es solo un recurso para expresar verdades más hondas a través de símbolos. Toda obra de arte, en especial la literaria, siempre lleva consigo algo del autor, el caso de El Principito no es la excepción. Incluso podría asegurarse que Antoine estaba prediciendo su muerte al escribir El Principito, en tal sentido, es un poema, si cabe el adjetivo, autobiográfico. Además que es un poema con trascendencia espacial y temporal en temas, como se ha dicho anteriormente, políticos, sociales y filosóficos. Es una obra de arte que utiliza la palabra para expresar la belleza.

El Principito sin spoilers



El Principito es la historia de un niño que vive en un pequeño asteroide, el B612, del cual un día decide viajar, e ir de planeta en planeta en busca de amigos; dejando en su asteroide a una rosa que había germinado un día de una semilla llegada de quién sabe dónde. En su viaje, por supuesto, debía pasar por la Tierra, como para alimentar el ideal geocéntrico. Antes de su llegada a la Tierra, el Principito pasa por diversos planetas donde conoce a muchos adultos, en los cuales se evidencian diferentes males propios de aquellos que han olvidado que algún día fueron niños y pierden la magia de la infancia. Estos personajes hacen que el Principito, sorprendido por lo que encuentra en cada planeta, se diga para sí que las personas mayores son muy extrañas, ya sea por decepción o asombro. 

En su recorrido por la Tierra se encuentra con el Aviador —también narrador del libro—, al cual lo sorprende una mañana cuando, encontrándose a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo, le ruega que le pinte un cordero como si esto fuese lo más importante en su vida. A partir de este encuentro, el Aviador se inicia en el conocimiento de un muchachito, como él mismo lo llama, que le parece misterioso, caprichoso y encantador al mismo tiempo. En la aventura del Principito en la Tierra, éste conoce a otros seres, humanos y no humanos, que lo hacen reflexionar sobre el valor de la Rosa que él ha dejado en su planeta. Gracias al Principito, el Aviador experimenta un cambio en su interior que lo lleva a valorar todo eso que la infancia nos regala y que en nuestro paso hacia “la madurez” dejamos olvidado. 

Hablar de El Principito es hablar de amistad y apatía, inocencia y corrupción, amor y desilusión, lealtad e infidelidad, alegrías y tristezas, confusión y sosiego… Temas inagotables para los seres humanos, esta especie que lucha cada día por encontrar un camino que haga valer la pena nuestra existencia. Temas, está de más decirlo, abordados por muchos libros, pero en ninguno como en El Principito. Por esta razón, sin ánimos de hacer spoiler, quienes han leído el libro, siempre andan en busca de su zorro, de reencontrarse con su rosa, de encontrar un pozo en medio del desierto y de limpiarse de sus retoños de Baobabs. 

¿Para quiénes es el libro? Para responder esta pregunta, se debe responder otra: ¿para quiénes es la poesía? ¡Exacto! Para personas de todas las edades. Si nunca se ha leído el libro, la primera recomendación es, por supuesto, leerlo; y para quienes ya lo han leído, volverlo a leer. Todos los libros enseñan algo diferente al leerlos en distintas edades, pero el caso de El Principito es excepcional. ¿Cómo se demuestra? Si se lee el libro, la pregunta se responde sola.

Antoine de Saint-Exupéry, aviador y autor




Antoine Marie Roger de Saint-Exupéry nació el 29 de junio de 1900 en Lyon (Francia). Fue el tercer hijo de cinco, producto del matrimonio entre el vizconde Jean de Saint-Exupéry, quien falleció cuando el autor tenía apenas cuatro años; y Marie de Fronscolombe, de quien heredó la sensibilidad artística. 

La vida de Antoine estuvo marcada por muchos cambios que lo llevaron a reinventarse en distintas áreas de su vida: académico-laboral, artística y amorosa. En 1909 se mudó con su familia a Le Mans y ahí estudió con los jesuitas. De 1915 a 1917 estudió en Suiza en un colegio marista. De nuevo en París, después de no aprobar el examen de ingreso a la Escuela Naval, se inscribió en Arquitectura en la Escuela de Bellas Artes. En 1921, al realizar su servicio militar, se convierte en piloto e inicia sus primeros vuelos, los cuales abandonaría en 1923 producto de un accidente y por influencias de su prometida Louise de Vilmorin, quien en ese mismo año cancela su compromiso matrimonial con el autor. 

Antes de iniciar su carrera como piloto comercial en 1929, fue inspector de una fábrica de ladrillos y representante de los camiones Saurer. En esta etapa escribe la mayor parte de su obra, producto de sus viajes como piloto. En 1931 se casa con la salvadoreña Consuelo Suncín, relación que fue rechazada por su familia. En 1938 tuvo un accidente en Guatemala que lo dejó convaleciente por un amplio período de tiempo. 

Durante la Segunda Guerra Mundial, tras la caída de Francia ante Alemania, Antoine se muda a Nueva York, donde continúa escribiendo. A pesar de recomendaciones médicas de no volar, sus deseos de colaborar en las fuerzas francesas lo llevaron a incorporarse a éstas en 1943. Falleció el 31 de julio de 1944 cuando el avión que pilotaba fue derribado por las fuerzas alemanas. 

Otras obras publicadas: 
  • El aviador (L'aviateur), 1926 
  • Correo del Sur (Courrier du Sud), 1928 
  • Vuelo nocturno (Vol de Nuit), 1931 
  • Tierra de hombres (Terre des Hommes), 1939 
  • Piloto de guerra (Pilote de Guerre), 1942 
  • Carta a un rehén (Letter to a Hostage), 1944 
Además de estas obras, se publicaron otras en forma póstuma.


En la segunda parte ampliaré sobre la relación que tuvo Antoine con Consuelo, cómo ella estuvo presente en El Principito y, por supuesto, las frases del libro. ¡Felices lecturas!