viernes, 26 de enero de 2018

Frases de "Luna Caliente" de Mempo Giardinelli


En la página de quelibroleo.com, se dice acerca de Luna Caliente: es un clásico contemporáneo de la novela hispanoamericana. Una obra de prosa contundente, alejada de los realismos tradicionales y mágicos al uso, con ciertos tintes de novela negra. Un relato vertiginoso, audaz y violento en el que se entremezclan el deseo y el erotismo nabokoviano; el remordimiento, el sentimiento de culpa de Dostoievski; y el miedo y la angustia kafkiana. Una narración en suma que, a modo de pesadilla obsesiva y delirante, descubre los hilos que mueven las pasiones y los rincones más oscuros de la naturaleza humana.



Mempo Giardinelli nos narra, de una manera incomparable, el drama vivido por Ramiro Bernárdez, un argentino que regresa a su país después de haber finalizado sus estudios en Francia. En Argentina, Ramiro se encuentra con el doctor Braulio Tennembaum, un viejo amigo de su padre, quien lo invita a su casa a cenar. Ahí conoce a su esposa y a Araceli, su hija, una niña de apenas trece años con la que Ramiro tendrá el polvo más costoso de su vida, como lo describe el mismo Ramiro. Sin ánimos de hacer spoiler, quiero compartir con ustedes el primer párrafo de la novela completo:

Sabía que iba a pasar; lo supo en cuanto la vio. Hacía muchos años que no volvía al Chaco y en medio de tantas emociones por los reencuentros, Araceli fue un deslumbramiento. Tenía el pelo negro, largo, grueso, y un flequillo altivo que enmarcaba perfectamente su cara delgada, modiglianesca, en la que resaltaban sus ojos oscurísimos, brillantes, de mirada lánguida pero astuta. Flaca y de piernas muy largas, parecía a la vez orgullosa y azorada por esos pechitos que empezaban a explotarle bajo la blusa blanca. Ramiro la miró y supo que habría problemas: Araceli no podía tener más de trece años.

Bien, ahora sí, les dejo las frases de este libro que en lo personal me encantó, porque es una lectura que atrapa y se puede terminar en un día.

Ramiro se preguntó cómo era posible tanta belleza y, a la vez, tanta malicia en su mirada cuando lo besó. Tenía trece años, pero caray, cómo había crecido en las últimas horas. Sintió miedo.


Perdido por perdido, bien jodido, el polvo más costoso de mi vida, se dijo. Se espantó de su propio chiste. Soy un monstruo, súbitamente un monstruo. La culpa había sido de la luna. Demasiado caliente, la luna del Chaco.


—Dame un beso —pidió ella, con la voz aniñada.Él abrió los ojos todo lo grandes que pudo. Su cerebro era el de un mosquito. 


Ahora estaba convencido de que era capaz de muchas más acciones que las que antes suponía. Un hombre en el límite es capaz de todo. Y él había llegado al límite. 


Se miraron. Los dos respiraban, sibilantes, nerviosos, con las bocas abiertas. -Hacémelo -dijo ella, con voz de niña-. Ahora.


Se asombró de no haberse despertado, pero claro, se dijo, la vieja tiene pies de lana. Sólo una madre puede entrar así a la habitación de un asesino, sin que éste reaccione.


Las mujeres representan el sentido común que nos falta a los hombres, se confesó. Y eso es lo que los hombres tememos. Por desearlas y necesitarlas, les tenemos miedo. Nos causan pavor. ¿O no era eso lo que había sentido frente a Araceli, anoche?


Respiró agitada, caliente, y volvió a poner una mano sobre su sexo, que respondió erigiéndose como un mástil, como independizado de su voluntad.


Quizá eso era el machismo, ese segundo de espanto que sentimos cuando enfrentamos a la mujer. El instante de terror que nos produce reconocer su sensatez, su aparente fragilidad (lo que nosotros queremos ver como fragilidad), su intrínseca posibilidad de anclaje en una estabilidad que los hombres no tenemos.


Y se zarandearon con torpeza, abrazándose, golpeándose en los hombros para incitar más al otro, y todo el cochecito se meneaba. Y así siguieron hasta que alcanzaron un orgasmo frenético, animal. Y el 600 dejó de menearse.

Como les dije antes, este libro se puede leer en un día. Las dos veces que lo he leído lo he hecho así, en un solo respiro. Por si quieren hacer una lectura con intensidad, que los atrape, que los sorprenda y los deje deseando más, acá les dejo este enlace donde pueden encontrar el PDF. ¡Felices lecturas!