Agatha Christie es una escritora británica que ha cautivado a muchos con sus más de ochenta novelas; sesenta y seis de ellas, policíacas. Sin duda es una autora de lectura obligatoria para los amantes de este género. Personalmente, ya había tenido la oportunidad de leer Asesinato en el Orient Express, y me había quedado con deseos de leer otra novela de ella; Christie me había atrapado en esta novela (pueden leer la entrada sobre este libro aquí). Esta entrada es especial por dos cosas; la primera, porque es una de mis novelas favoritas; y, en segundo lugar, porque este libro me lo regaló mi novio para mi cumpleaños, ya que sabía que amo los libros, y que precisamente estaba esperando poder leer otra novela de Agatha. ¡Gracias por el libro, mi amor!
Hércules Poirot, el detective protagonista de la mitad de las novelas policíacas de Agatha, también lo es de Cinco Cerditos. En este caso, Poirot deberá resolver un caso que aconteció dieciséis años antes. Carla, una joven que está a punto de casarse, acude al detective para esclarecer la muerte de su padre, el pintor Amyas Crale, de la cual su madre fue la principal sospechosa, y murió cumpliendo su condena en la cárcel. Antes de casarse y continuar con su vida, Carla desea limpiar la imagen de su madre que, según ella, fue condenada injustamente. ¿Podrá Poirot ayudarle a cumplir este deseo? ¿O solo le confirmará lo que ella teme: que su madre fue quien asesinó a su padre?
Cinco Cerditos no solo ofrece un tema controversial, que pueda tocar tópicos sensibles, como un posible asesinato entre miembros de una misma familia, las consecuencias de los actos de los padres en la vida de sus hijos, y otros temas que envuelven la trama; sino que, como una buena obra policíaca, también juega con nuestra mente al creer que ya sabemos quién es el culpable, pero nos obliga a cambiar de opinión a cada momento.
Ejemplar de Cinco Cerditos que mi novio me regaló. |
Esta novela se divide en tres partes. En la primera parte (Libro Primero), Poirot se reúne con el abogado defensor del caso de Caroline, madre de Carla. Junto con él, Hércules determinará a quiénes debe investigar para encontrar al verdadero culpable. Establecen que los principales sospechosos son cinco personas: el mejor amigo del pintor, el hermano del mejor amigo, la ex amante de Crale, la hermanastra de Caroline y la institutriz de esta última. Poirot visita a cada uno de los sospechosos y es en esta primera parte donde se responde la pregunta ¿por qué Cinco Cerditos? Pero eso se los dejo de tarea para cuando lean el libro.
En el Libro Segundo, Poirot recibe un relato escrito de cada uno de los sospechosos. Aquí sabremos por qué Agatha es tan aclamada como autora de novelas policíacas, puesto que con cada relato nos invadirá la certeza sobre el autor del crimen, luego dudaremos, para terminar invadidos por la confusión sobre el verdadero asesino. En el Libro Tercero, Poirot, después de leer las cartas, da su propia versión de los hechos y nos da una explicación sorprendente, descubriendo cómo sucedió todo realmente. Espero que las siguientes frases les animen a leer el libro, y que no encuentren muchos spoilers.
Es el valor, la insistencia, la fuerza despiadada de la juventud. Shakespeare conocía a la juventud. Julieta escoge a Romeo. Desdémona reclama a Otelo. No tienen dudas los jóvenes, ni temores, ni orgullo,
Las Elsas de este mundo son adoradoras de héroes. Un hombre ha de haber hecho algo, ha de ser alguien...
Oh, ya sabe usted lo que son las mujeres. No saben contenerse. Han de agarrarse del moño para quedar satisfechas.
Sólo estoy seguro de una cosa. Amaba al hombre a quien mató. Le amaba tanto, que la mitad de ella murió con él...
Con las mujeres, el amor ocupa el primer lugar. Los hombres, y los artistas especialmente, son de otro mundo distinto.
—¿Por qué no puede pintar un pintor algo alegre a la vista? ¿Por qué salirse de su camino en busca de la fealdad?
—Algunos de nosotros, mon cheri, vemos belleza en lugares raros.
Pero siempre veré su rostro como estaba aquella tarde. Pálido y en tensión, con una especie de alegría desesperada.
Hablaba y reía mucho. Pero sus ojos... había en ellos una expresión de angustia que resultaba lo más conmovedor que en mi vida he conocido.
La juventud es cruda: la juventud es fuerte; la juventud es poderosa... sí, ¡y cruel! Y alguna cosa más: la juventud es vulnerable.
En estos tiempos, monsieur Poirot, lo que un marido pueda objetar no se toma nunca en serio.
Es inevitable. Las mujeres siempre están dispuestas a recibir a un detective particular. Los hombres le mandan a freír espárragos.
Se fijó en sus manos, manos muy bellas; pero con uñas largas y curvadas. Manos de ave de rapiña.
Si era desgraciado con su esposa y podía ser feliz conmigo, ¿por qué no? Sólo se vive una vez.
Elsa, ¡maravillosa criatura! Jamás hubo nada tan bello. Y no obstante, tengo miedo. Soy demasiado viejo.
Soy demasiado viejo. Un demonio de edad madura y genio horrible, sin estabilidad alguna. No te fíes de mí; no creas en mí, nada valgo, excepto mi trabajo
Como todos los hombres, era un niño mimado. Esperaba que todo el mundo le mirase a él.
¡Enamorarse de él! Me parece a mí, monsieur Poirot, que, sean cuales fueren nuestros sentimientos, podemos dominarlos decentemente.
A veces decía: «¡Al diablo con todas las mujeres!» O bien: «No te cases nunca, chico. Aguarda a morir para conocer el infierno».
¡Al diablo con todas las mujeres! Si uno quiere vivir en paz, es preciso que se mantenga alejado de todas ellas.
He de reconocer que estaba increíblemente hermosa aquella tarde. Eso suele ocurrirles siempre a las mujeres cuando han conseguido lo que quieren.
Si digo que cuando vi a Amyas Crale todas las demás personas parecieron disminuir de tamaño hasta desaparecer por completo, creo que habré expresado la sensación que causó en mí, todo lo bien que puede expresarse.
Supongo que podría decir que durante las siguientes semanas fuimos muy felices. Pero felicidad no es la palabra adecuada. Fue algo más profundo y que asustaba más que eso.
La gente que más daño nos hace es la que nos escuda contra la realidad.
Aquella muchacha le había echado la garra y no pensaba soltarle. Él era como de cera en sus manos.
Aparte de todo lo demás, le dejaba a él en muy mal lugar y a los hombres no les gusta eso. Les hiere en su vanidad.
La señorita Greer tenía la misma cara que el gato que ha conseguido beberse el jarro de leche. ¡Todo satisfacción y ronroneo!
Las mujeres saben dónde es probable que otra mujer esconda una cosa.
Jamás me he sentido más llena de vida, más triunfante, más llena de poder. Le vi morir... Le vi morir...
Ella y Amyas... los dos escaparon... Marcharon a donde yo no podía alcanzarlos. Pero no murieron. Fui yo quien murió.
Les pedí a algunas personas en Facebook que me dieran su opinión sobre esta novela (o sobre la obra de Agatha en general), y estas son dos de las reacciones que obtuve:
Andrés Chi
¡El mejor libro que he leído sobre detectives! Poirot me encanta muchísimo más que Holmes.
Jose Alberto Estremadoyro
Agatha fue una excelente escritora de historias policiales.
Luego de mi reseña, las frases del libro y las opiniones de otros lectores, ¿se animan a leer esta novela? Espero que sí. Acá les dejo este link donde pueden leerla y descargarla en formato PDF. ¡Felices lecturas!